Volamos hasta el noreste de Brasil para conocer el lado más oriental de este enorme país. Esta zona es conocida como el “caribe brasilero” por sus aguas cristalinas, pero también es el lugar más colonial, lo que veremos reflejado en la gastronomía y arquitectura.
El pueblo de Recife es maravilloso, por eso nos embarcamos en un city tour para conocer sus principales atractivos como playa de Boa Viagem, el centro de Recife y Marco Zero, donde compramos artesanías como recuerdo de un espléndido viaje. La última parada es Olinda, una ciudad colonial con calles empedradas, iglesias antiguas y casas coloridas.
Partimos hasta Maceió en donde nos espera la Praia de Pajuçara y de Ponta Verde, un lugar paradisíaco lleno de palmeras y chiringuitos, rodeados de música local y un clima perfecto. Por estar alojados en pleno centro de la ciudad, nos sentimos rodeados de toda la cultura carioca.
A 200 km de Maceió se encuentra Porto de Galinhas. Reconocido por sus piscinas naturales, esta localidad está conformada por 18 km de amplias playas ideales para practicar actividades como snorkel por su aguas cristalinas.
Al llegar notamos que la marea está baja, lo cual nos facilita disfrutar de los arrecifes y las piscinas naturales que nos dejan sorprendidos. Los peces se observan con facilidad, la transparencia del mar nos hace imaginar que estamos nadando en una pecera.
Regresamos a casa tras unos días inolvidables, nadamos en piletas cristalinas rodeados de peces, hicimos actividades náuticas y todo con la mejor compañía ¿regresaremos a Brasil? Claro que sí y vos podés venir con nosotros…
