Son ellas las primeras en tener contacto con nosotros, son nuestro primer peldaño en nuestras formaciones y son quienes con su amor, dedicación y tiempo nos empiezan a educar desde las pequeñas cosas.
Una sonrisa, una abrazo, un buenos días de los más cálidos. La paciencia es parte de su vocación por los niños y por educarlos. Por ser el sostén de varias familias, quienes depositan su confianza en ellas.
Su trabajo, muchas veces, es imperceptible, casi invisible a los ojos.Sin darnos cuenta, ellas están en los llantos, las risas, en las dudas y en las inseguridades de cada niño. Ya sea hijo, sobrino, ahijado.
Es una profesión que implica muchísima paciencia y también sapiencia. Debemos aplaudir y felicitar a cada MAESTRA JARDINERA que tiene la VOCACIÓN de tratar con cada uno de los niños y educarlos.
Un lindo poema de Cecilia Sabbatini dedicado a ellas:
“Soñas con tu jardín
ese lugar tan especial
donde recreas el futuro
de un mundo sin igual,
donde todo se comparte
aunque parezca irreal.
La violencia y la guerra
en él no tienen lugar,
solo el diálogo sincero,
que los conflictos
logra solucionar.
Soñas con tu jardín,
ese lugar especial,
donde se cultiva la amistad
y el odio no puede entrar,
donde todos somos iguales
en valores, derechos y libertad.
El trabajo ya no es esfuerzo,
sino alegría, risas y complicidad.
¡Adelante Jardinera!
Con tu bandera de amor y vocación.
Quienes apostamos a un mañana mejor,
te necesitamos luchadora y con convicción.”
¡FELIZ DÍA A TODAS LAS MAESTRAS JARDINERAS! Y a quienes les brindan el soporte para desarrollar su vocación!
